ASOCIACIÓN DE CRONISTAS DEL ESTADO DE GUANAJUATO, A.C.

EL REBOZO, SÍMBOLO DE MEXICANIDAD.

En México, la forma de vestir tanto en los hombres como en la mujer a través del tiempo ha sufrido muchas variaciones.El taparrabo, fue la prenda básica en la mayoría de las culturas mesoamericanas, La forma de vestir de la gente, con el paso de los años, ha sufrido muchos cambios por diferentes circunstancias. Cuando llegaron los conquistadores, el hombre andaba semi-desnudo solo utilizaba un taparrabo y una manta y las mujeres usaban quechquemitl, una especie de blusa triangular, con las puntas hacia abajo, y como faldas, una tela ajustada o un poco plisada en la cintura. También usaban el huipil, que es una blusa hecha con un rectángulo de tela sin manga que servía de vestido y por debajo unas faldas plisadas y además andaban descalzas. Este tipo de vestir se dejó utilizar en el siglo XVI en la época de la colonia, cambiando totalmente la forma de vestir de los indígenas. En la mujer entró en uso la falda, el delantal y el rebozo. En el hombre entró en uso el calzón y la camisa de manta, el sombrero y seguían descalzos. Pero ¿Cuál fue el motivo por el cual los indígenas cambiaron su forma de vestir? Uno de los motivos fue por una ordenanza del Virrey, dada en el año de 1582, con el fin de que se distinguieran las castas. México, después de haber sido conquistado militar y espiritualmente, muy pronto su mestizaje ya era claro y abundante. La población estaba constituida principalmente por indígenas y los descendientes de españoles y negros, quienes ya formaban un grupo numeroso. El resultado de estas mezclas dio origen a diferentes grupos sociales llamadas CASTAS, estas tenían que conocer forzosamente muy bien las ordenanzas, reglamentadas por el Gobierno Virreinal, para que no incurrieran en delito, porque serían castigados brutalmente. En el reglamento también entraba la indumentaria del vestir y el oficio que podían realizar, según su casta, así como la reglamentación del comercio. La ordenanza virreinal dada en el año de 1582, sobre el vestir, fue la que originó a que se conservara el traje indígena en algunas regiones de nuestro país. Esta decía: que ninguna mestiza, mulata o negra se vistiera como india, sino como española so pena de recibir 100 azotes públicamente por las calles y después encarcelarla teniendo que pagarle al alguacil que la detuvo 4 reales. Por tal motivo, las mujeres de mezcla distinta, o castas diseñaron su propia vestimenta. La mujer indígena, para ello utilizó un saco y una falda, de lo ancho de la tela plisándola en su cintura. La iglesia católica había hecho obligatorio que la mujer indígena entrara al templo con cabeza cubierta, costumbre traída de España, por tal motivo se utilizó un pedazo de tela dando origen al rebozo; costumbre que se perdió desde los años de los sesenta del siglo XX, cuando la iglesia católica cambió la liturgia del latín al español y la celebración de la misa que la celebraban de espaldas a los feligreses, pasó a celebrarse de frente a los asistentes. Con este cambio, se le permitió a la mujer entrar al templo con la cabeza descubierta, esto trajo como consecuencia el desusó del rebozo, sevillana, manto, mantilla, chalina, chal, etc. Con la modernización de la liturgia de la iglesia se perdieron otras costumbres religiosas. También la ropa masculina indígena cambió totalmente, El taparrabo fue sustituido por el calzón de manta y tuvo que usar camisa, con una abierta al frente, pero siguió usando su tilma, para protegerse del frio en las jornadas de trabajo, durante el amanecer o al anochecer y como trabajaban todo el día bajo los ardientes rayos del sol, entró en uso el sombrero y por la necesidad de protegerse sus pies ya que tenía que recorrer grandes distancias para regresar el ganado del patrón, que se alejaba llegando algunas veces hasta la frontera de tierras vecinas, por tal motivo se confeccionaron los llamados huaraches. Como se dijo antes, el cambio del vestir se debió a una ordenanza virreinal, para distinguir las castas, pues el racismo estaba bien marcado y como con el paso del tiempo ya se había hecho una mezcolanza de razas, surgieron varias castas, y para que se pudieran distinguir a simple vista, de cada una de ellas tenía que vestir según su casta. Las familias de casta privilegiada que caían en desgracia económica, se vieron en la necesidad de adquirir ropa usada de su mismo rango o casta a la que pertenecían y al no tener dinero para comprar telas de seda traídas de Europa, para hacerse los lujosos y elegantes vestidos, no les quedó más remedio que comprar ropa usada de otros ricos o como se dice ropa de segunda; El caso era vestir tanto el hombre como la mujer según la ordenanza. Y así fue como aparecieron los tianguis de ropa usada. La forma de vestir de las familias pobres, tanto del hombre como de la mujer, a pesar de haber sido México libre del imperio Español en el año de 1810, por el padre de la Patria Don Miguel Hidalgo y Costilla, se conservó por 100 años o más; todavía en el año de 1910 cuando dio inicio la revolución Mexicana, tanto el hombre como la mujer mexicana, de raza indígena por costumbre, seguía conservando la misma forma de vestir de la gente, porque aparece la máquina de vapor y la industria textil que cobro gran auge, teniendo mayor producción de telas, a precias accesibles, pudiendo ser adquirida por la gente del pueblo. Las empresas crearon el sistema del crédito con pagos cómodos, no solo de ropa, sino también de aparatos electrodomésticos y aparatos electrónicos; El sistema de pago en efectivo de los obreros, se suprimió y la nómina de pago se depositó en el Banco para hacerse el retiro por medio de las tarjetas de débito apareciendo los cajeros automáticos, las lavadoras, refrigeradores, etc. Actualmente muy pocas son las mujeres que usan vestidos y el pantalón cada día es más sexi poniéndose de moda el mallón. El reboso es uno de los símbolos de Mexicanidad, estuvo con la mujer en los grandes combates de su vida, sirviéndole a sus brazos para hacer cálida la cuna maternal de los futuros ciudadanos de nuestro país. Hablar del rebozo es traer a la mente un pasado del México que se encuentra presente para contarnos muchas historias de la mujer Mexicana, que nunca fue ahuyentada por la más grandes adversidades de la vida. El rebozo fue el cobijo de sus angustias, tristezas, penas, lágrimas y de sus grandes decepciones, así como de sus grandes alegrías e ilusiones. El rebozo, testigo mudo de los muchos amaneceres y anocheceres de la mujer Mexicana, se va perdiendo en el tiempo y en la distancia. La Mujer mexicana dentro de tu vestir moderno, incluye el tradicional rebozo, porque es parte de tu identidad, ya que la costumbre está próxima a desaparecer en el tiempo. Autora: Maestra Paula Ramírez Gasca. Cronista del municipio de Villagrán.